¿Te estás estresando? ¡No te compliques! En nuestro día a día, todos estamos sometidos a situaciones que nos resultan más o menos estresantes.
La mayoría de ellas, además, son inevitables, por lo que lo único que puedes hacer para no estresarte en exceso es aprender a afrontarlas.
Sigue estos consejos básicos de control de estrés
- Muévete: esto es especialmente importante si pasas la mayor parte del día entre cuatro paredes, y más o menos inmóvil en tu mesa ante el ordenador. Aprovecha cualquier momento para dar un pequeño paseo, ya sea al volver a casa o en la hora de la comida, un poco de ejercicio físico y movimiento funciona espectacularmente como medio para reducir tu estrés.
- Escucha: la música tiene un altísimo potencial para mejorar nuestro estado de ánimo de manera inmediata. Prueba a escuchar algo de música clásica relajada, o escucha alguna de tus canciones favoritas mientras te tomas un pequeño descanso. Es una manera rápida y efectiva de bloquear tu estrés y relajarte, casi de manera inmediata.
- Bebe: ¡¡Y no nos referimos a bebidas alcohólicas!! Tampoco al café o bebidas con alto contenido en cafeína, o incluso bebidas energéticas…No, todo eso puede ser muy tentador cuando estás de bajón, o cuando crees que no puedes con la presión y parece que te puede ayudar a mejorar tu rendimiento, pero en realidad lo que harán será acentuar aún más tus niveles de estrés, y con ellos tu nerviosismo y tu falta de atención y concentración. Mejor bebe agua suficientemente o sustituye tus cafés por te, evitando así los altos niveles de cafeína.
- Escribe: cuando el estrés nos ataca, es fácil caer en la negatividad, enfocando o maximizando todo lo negativo y olvidándonos de los positivo. Un sencillo método para relativizar y ver las cosas con perspectiva es hacer una lista de todo aquello que nos parece positivo, nuestros logros, metas, las cosas buenas que nos están pasando (y siempre hay alguna). Compáralas con tus pensamientos negativos y verás que todo tiene solución y que algunos de nuestros problemas no son tan graves cuando los vemos con otro enfoque.
- Organízate: Aunque parezca trivial, muchas veces el estado de desorden y caos alrededor nos lleva a bloquearnos, no saber priorizar y organizar mal nuestro tiempo, haciendo que sintamos una presión mayor y por tanto aumente nuestro estrés. Dedicar cinco minutos a ordenar, planificar y organizar puede ayudarnos a conseguir centrar mucho mejor nuestro trabajo, evitando situaciones innecesarias de tensión innecesaria que nos pueden llevar al desbordamiento.
Como ves, unas pautas muy sencillas, casi obvias, pero que no siempre seguimos y que nos pueden ayudar a seguir acumulando más y más estrés y a liberarnos de nuestros agobios.
Y si quieres ir más allá, también puedes aplicar:
Haz tus días menos complicados
• Establece prioridades: No quieras hacer todo a la vez. Dedícate a lo más importantes y aplaza o cancela el reato de cosas según su importancia.
• Cambia hábitos cotidianos: Sal más temprano para evitar el atasco, no vayas de compras los días que hay más colas, etc.
• Aplaza o delega: Si sientes que no podrás cumplir con la fecha límite de un informe o que tienes demasiado trabajo, no esperes hasta el último momento, aplázalo o delega en otros.
• Maneja tu tiempo: Si tienes muchas cosas por hacer, organízalas por horario. Intenta organizarte para hacer tareas similares al mismo tiempo, algo que te ayuda a agilizar tu trabajo.
• Aprende a decir NO.
• Prepárate y planifica: Si ya sabes que viene un momento estresante, no esperes hasta el último momento para decidir qué vas a hacer
• Sé realista: Ponte metas que puedas cumplir
Cuida tu mente y tus emociones
• No te preocupes por problemas que no puedas solucionar.
• Busca el lado positivo: Evita los pensamientos negativos como “yo no puedo con esto” y piensa “¿por qué no voy a poder?”.
• Ríete: La risa libera endorfinas que te ayudan a sentirte mejor y a mantener una actitud positiva.
• Evita a las personas que te molestan o te irritan.
• Mejora tus relaciones: Si tienes un problema con tu jefe, tus compañeros de trabajo o tu pareja, no te quedes callado. Habla con ellos y trata de solucionar el problema o encuentra formas para relajar la relación.
• Exprésate: Habla con alguien de confianza sobre tus sentimientos frente a un problema, te aliviará.
Trátate bien
- Realiza ejercicio moderado con frecuencia, te ayudará a calmar tu ansiedad.
- Come saludablemente y duerme bien. Ambos son importantísimos para que tu cuerpo no esté agotado y pueda enfrentar situaciones de presión.
- Descansa: Reserva unos minutos al día para descansar la mente y el cuerpo, y renovar tu energía.
- Relájate: Cuando sientas el estrés en tu cuerpo, para y relájate por 5 minutos, así podrás recargar energía para continuar o pensar mejor cómo solucionar un problema.
- Aprende algunas técnicas de relajación.
- Desarrolla una afición o “hobbie”.